El sistema energético y las partes no materiales del hombre

El sistema energético
y
las partes no materiales del hombre
El mundo, la materia y lo físico
Los Nadis o canales Energéticos.
Los Chakras o centros energéticos
Los cuerpos no materiales o cuerpos energéticos
Ramon Puig tel. 93 191 1 192 618 620 776 E-mail: ramon@tarotdehoy.com

El Mundo
Muchas personas consideran que el mundo, es la materia y el físico, con consecuencia lo importante es el cuerpo físico y la materia, pero debemos tener claro que sin la energía el físico y la materia no tendrían vida, porque la energía se la fuerza vital para la vida, que da las sensaciones, y capacidad de expresión, cuando este cuerpo muerto se le acaba la energía, pero hay que tener en cuenta que la materia, el físico y la energía no desaparecen se transforman

Una de las leyes físicas más antiguas e importantes ya nos dice que el universo, la materia, la energía, los sentimientos, no se destruyen, si de que se transforman

la persona clarividente (que o podemos ser todos) en cuanto miramos a una persona vemos muchísimas estructuras energéticas, movimientos energéticos, formas, colores, que se hacen visibles dentro de él y en su entorno físico.

La manifestación material del cuerpo y sus funciones y capacidades está formada por un complejo sistema energético sin el que no podría existir el cuerpo físico, este sistema energético está formado por tres componentes esenciales:

Los cuerpos no materiales o cuerpos energéticos

Los Chakras o centros energéticos

Los Nadis o canales energéticos.

Esta ilustración muestra una representación histórica de una tableta de Chakras y Nadis procedente del Tíbet.

 
Junto los siete Chakras principales podemos reconocer un gran número de Chakras secundarios, así como una red prácticamente inalcanzable de hasta canales energéticos, los Nadis.

Algunos textos que nos han sido transmitidos por la tradición mencionan 350.000 Nadis, a través de los cuales fluyen las energías cósmicas.
Estos se reducen en 14 Nadis principales, que se corresponden con los Chakras.

Cada uno de estos cuerpos no materiales posee su propia frecuencia de vibración fundamental.

El cuerpo Etérico, que es el más cercano al cuerpo físico, vibra con la frecuencia más baja.

Los cuerpos astral y mental poseen a su vez frecuencias mayores, y en el cuerpo causal podemos encontrar representados los índices de vibración máximos.

Cada uno de estos cuerpos se parece a un baile de energías dentro de su propia gama de vibraciones, en el que las frecuencias aumentan constantemente a lo largo del desarrollo y perfeccionamiento de una persona.

Los cuerpos energéticos representan portadores de conciencia en determinados planos de vibración, y cuando su índice de vibración aumenta, transmiten al hombre energías vitales, sensaciones y conocimientos superiores dentro de su ámbito de funciones específico.

Sin embargo, los diferentes cuerpos energéticos no están totalmente separados entre sí.

Interpenetran mutuamente mientras cada uno vibra dentro de su propia gama de frecuencias, por lo que incluso un clarividente sólo podrá distinguir ajustando su capacidad de clarividencia a la esfera correspondiente.

Por ejemplo:
Para poder observar el cuerpo astral deberá dirigir su mirada clarividente a la esfera astral; si desea percibir el cuerpo mental, debe ajustarse a la esfera mental, etcétera.


Los Nadis o canales Energéticos.

Los Nadis es el sistema para conducir el Prana o la energía vital mediante nuestro sistema energético no material

Que son los Nadis o canales Energéticos y el Prana?
La palabra Nadi
Procede del sánscrito y significa aproximadamente. Tubo, vaso o arteria.

Su función consiste en conducir el Prana o energía vital a través del sistema energético no material.

La palabra sánscrita Prana
Puede traducirse por energía absoluta.
En el ámbito cultural chino y japonés esta fuerza vital universal se llama chi o ki. representa la fuente original de todas las formas energéticas y se manifiesta en diferentes áreas existenciales mediante Frecuencias diversas.

Una de Sus Manifestaciones es la respiración, una de las formas por las que podemos absorber el Prana en nuestro interior.

El plano de la conciencia de toda forma viva depende de las frecuencias del Prana que puede absorber y almacenar.

Así, por Ejemplo:
En los animales encontramos gamas de frecuencia más bajas que al hombre, y en los hombres desarrollados encontramos frecuencias superiores a las que encontramos en personas que se encuentran al principio de su desarrollo.

Mediante los Chakras, los Nadis de un coste energético están unidos con los Nadis del coste energético vecino.

Unos antiguos textos indios y tibetanos mencionan que el número de Nadis son 72.000;
Otros escritos Históricos hablan de 350.000 Nadis.

Los Chakras o centros energéticos

En el sistema energético del hombre los Chakras sirven estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las distintas frecuencias del Prana.
Lo absorben, directamente a través de los Nadis,

Las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación, la transforman en las frecuencias que necesitan las diferentes áreas del cuerpo físico o de los cuerpos inmateriales para su conservación y desarrollo, y la retransmiten a través de los canales energéticos.

Además, irradian energías al entorno.

Mediante este sistema energético, el hombre hace un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes planos del ser en su entorno, en el universo y en la base de la creación.

Los cuerpos no materiales o cuerpos energéticos

Dado que los Chakras mantienen una interrelación muy estrecha con los cuerpos energéticos, describiremos primeramente la apariencia externa y las funciones de estos cuerpos.
En general, se distinguen cuatro cuerpos energéticos:

1) El cuerpo Etérico.

2) El cuerpo emocional o astral.

3) El cuerpo mental.

4) El cuerpo espiritual o causal.

El cuerpo Etérico

El cuerpo Etérico tiene aproximadamente la misma extensión y forma que el cuerpo físico.
Por eso también está la denominación de «doble etérico" o "cuerpo físico interior».

Es el portador de las fuerzas modeladoras para el cuerpo físico, así como de la energía vital creadora y de todas las sensaciones físicas.
El cuerpo doble Etérico atrae energías vitales del sol a través del Chakra del plexo solar, y energías vitales de la tierra a través del Chakra basal.
Acumula estas energías y, a través de los Chakras y los Nadis, las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos.

Las dos formas de energía se encargan de mantener un equilibrio vivo a las células corporales.
Cuando el organismo ya no tiene hambre de energía está saturado, la energía sobrante del cuerpo Etérico se irradia hacia fuera a través de los Chakras y los poros.
Sale a través de los poros en filamentos de energía rectas de aproximadamente 5 centímetros de longitud y constituye el aura Etérica, que, en general, es la primera fracción del aura total percibida
para las personas clarividentes.

Estos rayos se disponen alrededor del cuerpo físico formando como un manto protector.
Impiden a los gérmenes patógenos y los contaminantes penetrar en el cuerpo, y simultáneamente irradian un flujo constante de energía vital hacia el entorno.
Esta protección natural significa que, básicamente, una persona no puede enfermar debido a causas de origen externo.

Las razones de una enfermedad radican siempre en sí misma.

Los pensamientos y emociones negativos, y una forma de vida que no esté de acuerdo con las necesidades naturales de cuerpo (sobre esfuerzo, alimentación insana, abuso de alcohol, nicotina y drogas), pueden consumir la energía vital Etérica, de modo que la irradiación energética natural perderá intensidad y vigor.
De esta manera surgen zonas débiles en el aura.

Los filamentos energéticos mencionados aparecen doblados o es sobre creen en formas desordenadas.

El clarividente puede reconocer «agujeros» o «grietas» en el aura, a través de los cuales pueden penetrar en el cuerpo las vibraciones negativas y las bacterias causantes de enfermedades.

Además, la energía vital se puede escapar de la zona no material a través de estas heridas.
Debido a esta estrecha relación existente entre el estado de cuerpo físico y la radiación energética del cuerpo Etérico, a menudo se habla también de un aura de la salud.

Antes de manifestarse en el cuerpo físico, las enfermedades se manifiestan en el aura Etérica. y pueden ser detectadas y tratadas en este plano.

La llamada fotografía Kirlian logró hacer visible por primera vez esta radiación energética, propia de cada ser vivo.
Basándose en este invento, se han hecho diagnósticos muy precisos y se han detectado enfermedades incluso cuando aún se encontraban en fase latente.
El cuerpo Etérico, y el cuerpo físico, reaccionan de forma particularmente intensa a los impulsos mentales que proceden del cuerpo mental.
Aquí radica la razón de los éxitos que el pensamiento positivo tiene sobre la salud.
Nosotros podemos favorecer la salud de nuestro cuerpo utilizando prudentemente las sugestiones positivas.

Otra función importante del cuerpo Etérico consiste en servir de intermediario entre los cuerpos energéticos superiores y el cuerpo físico.
Transmite al cuerpo emocional y el cuerpo mental las informaciones que recogemos a través de los sentidos corporales, y simultáneamente transmite energías e informaciones desde los cuerpos superiores al cuerpo físico.

Cuando el cuerpo Etérico se encuentra debilitado, este flujo de información y energía se encuentra obstaculizado, y el hombre puede parecer indiferente tanto en el plano emocional como en lo mental.

Para armonizar y recargar el cuerpo eteno-rico son idóneas las diversas formas de terapia que explicaré más adelante.

El cuerpo emocional

El cuerpo emocional, a menudo llamado también cuerpo astral, es el portador de nuestros sentimientos, de nuestras emociones y de las cualidades de nuestro carácter; ocupa aproximadamente el mismo espacio que el cuerpo físico.

En una persona poco desarrollada, sus contornos están poco delimitados:

El cuerpo emocional se presenta como una sustancia nebulosa que se mueve caóticamente y desordenadamente en todas las direcciones.
Cuanto más desarrollada esté una persona en la definición de sus sentimientos, sus simpatías y las cualidades de su carácter, más claro y transparente se manifestará su cuerpo emocional.
El clarividente puede observar un contorno nítidamente marcado que se adapta perfectamente a la forma del cuerpo físico.
El aura del cuerpo emocional presenta una forma ovalada y puede extenderse a varios metros de distancia alrededor de la persona.

Toda emoción se irradiara en su aura correspondiente a través del cuerpo emocional.

Este proceso se produce fundamentalmente a través de los Chakras, y en menor medida a través de los poros.

El aura emocional está inevitablemente en movimiento.

Junto a las peculiaridades del carácter fundamentales y relativamente constantes que se reflejan como los colores esenciales permanentes del aura, cada sentimiento instantáneo, cada estímulo del ámbito de las emociones, se reflejará en el aura.

Es un juego indescriptible de colores irisados que cambian constantemente con toda clase de matices.

Por ejemplo, emociones como la angustia, la furia, la opresión y las preocupaciones generan en el aura figuras nebulosas oscuras.
Cuanto más abre una persona su conciencia al amor, la entrega y la alegría, más claros y transparentes son los colores que irradia su aura emocional.

Ninguno de los otros cuerpos no materiales marca con tanta fuerza como el cuerpo emocional la visión del mundo y de la realidad del hombre medio.

En el cuerpo emocional se encuentran almacenadas, entre otras, todas nuestras emociones no liberadas, las angustias y agresiones conscientes e inconscientes, las sensaciones de soledad, rechazo y falta de auto confianza, etc, y emiten sus vibraciones a través del aura emocional y transmiten el mensaje inconsciente que enviamos al mundo exterior.

Y aquí es donde se realiza el principio de la atracción mutua.

Las frecuencias energéticas que emitimos atraen vibraciones energéticas iguales del entorno y se unen con ellas.

Esto quiere decir que, a menudo, nos encontraremos con personas y circunstancias que precisamente reflejan lo que nosotros queremos evitar o de lo que queremos liberarnos conscientemente, o lo que tememos.

Así, el entorno nos sirve como espejo para todos aquellos elementos que hemos relegado desde nuestra vida consciente en las áreas del inconsciente.

Efectivamente, los sentimientos no liberados del cuerpo emocional aspiran a mantenerse con vida y crecer en la medida de lo posible.

Así nos llevan una y otra vez a situaciones que se encargan de repetir las vibraciones emocionales originales, ya que estas vibraciones son como su alimento.

La frecuencia de la angustia en una persona atrae situaciones en las que ve confirmada una y otra vez su angustia.

Si esta persona encierra en sí agresiones, siempre encontrará personas que exteriorizan las vibraciones de furia y agresión.
Por ejemplo, si nos hemos propuesto no decir palabrotas en determinadas situaciones, pero sin haber liberado la agresión dentro de nosotros, puede suceder que alguien de nuestro alrededor comience inesperadamente decir palabrotas.

El pensamiento consciente y los objetivos mentales del cuerpo mental tienen poca influencia sobre el cuerpo emocional, que sigue sus propias leyes.
El cuerpo mental puede dirigir el comportamiento hacia el exterior, pero no suprimir las estructuras emocionales inconscientes.

Así, por ejemplo, una persona puede aspirar conscientemente al amor o el éxito, e inconscientemente irradiar frecuencias energéticas contradictorias de celos y falta de auto confianza, que le impedirán conseguir su objetivo consciente.

Las estructuras emocionales siguen existiendo a través de las diferentes encarnaciones siempre que no se liberen, ya que el cuerpo emocional perdura después de la muerte física y se une a la reencarnación con el nuevo cuerpo físico.
Las experiencias no liberadas almacenadas en el cuerpo emocional determinan en gran medida las
circunstancias de la nueva vida.

Cuando hayamos comprendido realmente y de una vez por todas estas relaciones, debemos cesar obligatoriamente de vernos en el "papel de víctimas» y de atribuir la culpa nuestras debilidades y miserias a otras personas o en las circunstancias.
Esto significa en sí mismo una gran liberación, ya que entonces ya sabemos que tenemos gran parte de
nuestro destino en nuestras propias manos, y podemos empezar a cambiar nuestra vida
cambiando a nosotros mismos.

La mayor proporción de "nudos emocionales" del cuerpo emocional se encuentra localizada en la zona del chakra del plexo solar.
Este chakra nos proporciona el acceso más directo a nuestras estructuras emocionales a través de la vivencia inmediata.
Pero, si queremos percibir y conocer estas estructuras mediante el entendimiento consciente, hemos traspasado los contenidos del Chakra del plexo solar con la forma de manifestación suprema del cuerpo mental, la visión intuitiva, a la que tenemos acceso a través del chakra frontal.
Pero ni siquiera esto significa una liberación real.

Una disolución de las estructuras emocionales sólo puede producirse a través del cuerpo espiritual, que manifiesta la sabiduría, el amor y la bendición de nuestro yo superior, permitiendo al mismo tiempo conocer las relaciones interiores partiendo de la visión universal y Holística de este yo.

Este vínculo podemos establecer a través del Chakra del corazón y del Chakra coronal.

El yo superior no enjuicia, no divide las experiencias en "buenas" y "malas".

Nos indica que debemos recorrer determinadas experiencias sólo para comprender qué sentimientos y
acciones tienen como consecuencia una separación de la mente divina original, causando con ello sufrimiento, y para comprender y aprender a entender las leyes cósmicas del equilibrio natural.

En los ámbitos de la vida en que hoy nos consideramos "víctimas", en anteriores encarnaciones nosotros fuimos con gran frecuencia los "autores".

También en la terapia de los Chakras tiene una importancia decisiva una actitud interior en la que afirmamos todas las experiencias y contenidos del cuerpo emocional y en la que contemplamos las imágenes y sensaciones que aparecen espontáneamente, sin rechazar o enjuiciar nada de eso, ya que de esta forma nuestro yo superior puede asumir el "Mando" y imbuir en todo nuestro ser las energías espirituales de nuestro cuerpo energético supremo.

Cuando las vibraciones de nuestro cuerpo espiritual se unen con el cuerpo emocional y el penetran, éste comienza a vibrar más rápidamente y empieza a expulsar las energías negativas almacenadas, que tienen frecuencias menores.
Con ello perdemos el recuerdo emocional de estas experiencias y podemos perdonar a nosotros mismos ya los demás.

A medida que aumenta la disolución de las estructuras emocionales estancadas, el cuerpo emocional comienza a irradiar profundos sentimientos de amor y de alegría incondicional. el aura emocional luce con los colores más claros, intensos y transparentes, y los mensajes que emite al entorno atraen la felicidad y el amor. Una capacidad que bordea el milagroso para atraer todo lo deseado es la consecuencia natural de un cuerpo emocional plenamente integrado que vibra con las frecuencias máximas que le son posibles.

El cuerpo Mental
Nuestros pensamientos e ideas, y nuestros conocimientos racionales e intuitivos, son llevados por el cuerpo mental.
Su vibración es mayor que la del cuerpo Etérico y la del cuerpo emocional, y su estructura es menos compacta.
Es de forma ovalada, y en el desarrollo superior del hombre su volumen puede extenderse hasta ocupar
Aproximadamente el mismo espacio que el cuerpo emocional y el aura emocional juntos.
La irradiación áurica del cuerpo mental tiene un alcance varios metros más.

En una persona poco desarrollada mentalmente, el cuerpo mental tiene la apariencia de una sustancia blanca lechosa.
Los pocos colores existentes son apagados y sin brillo, y su estructura aparece relativamente opaca. Cuanto más vivos son los pensamientos y cuanto más profundos son los conocimientos intelectuales de una persona, tanto más claros e intenso son los colores que irradia su vehículo mental.

Al igual que el cuerpo emocional, el cuerpo mental también posee una octava mayor y una octava menor.

Sus frecuencias menores se manifiestan en el pensamiento lineal del entendimiento racional, a través del cual buscan su acceso a la verdad la mayoría de las personas.
Este tipo de actividad racional se basa en las percepciones del plano físico.
Junto a esto, el cuerpo físico y sus sentidos recogen informaciones que transmiten al cuerpo emocional a través del cuerpo Etérico; el cuerpo emocional transforma las informaciones en sentimientos y los retransmite después al cuerpo mental, que, a su vez, reacciona ante ellos con la formación de pensamientos verbales.

A menudo, debido a la influencia del cuerpo emocional y de sus estructuras emocionales no liberadas, las informaciones se distorsionan y el pensamiento se tiñe.

Surgen esquemas mentales recurrentes a través de los cuales juzgamos los acontecimientos de nuestro mundo.
Esto significa que el entendimiento racional no es ni mucho menos imparcial y objetivo, aunque se niegue esta calidad.

Los pensamientos que surgen en el cuerpo mental por esta vía generalmente giran en torno al bienestar personal y los intereses del devenir terrenal y mundano.

En este caso la solución racional de los problemas se convierte en la función principal del cuerpo mental, sin.

Sin embargo, esto significa una distorsión de
 
El Aura del hombre desde dentro hacia fuera: 
1 El Aura Etérica. 
2 El Aura Emocional. 
3 El Aura Mental. 
4 El Aura Espiritual. 
La auténtica función del cuerpo mental consiste en recoger las verdades universales que le llegan del plano del cuerpo espiritual e integrarlas con el entendimiento racional, que las transfiere a las situaciones concretas y lleva a una solución del problema de acuerdo con las leyes universales.
Los conocimientos que de esta manera nos llegan del plano espiritual de nuestro ser se manifiestan como intuición en forma de intuiciones repentinas, a menudo en imágenes o incluso en sonidos que luego se transforman en pensamientos verbales.

Nos permiten mirar en el interior de la auténtica naturaleza de las cosas y tienen una estructura Holográfica, al contrario que el entendimiento lineal que parte de la concepción racional.

El acceso a la octava superior del cuerpo mental lo encontramos en una unión del Chakra frontal con el Chakra coronal.
Si el cuerpo mental está plenamente desarrollado, se convierte en el espejo del cuerpo espiritual, y el hombre realiza en su vida la sabiduría y el conocimiento integral del yo superior.

El cuerpo Espiritual
El cuerpo espiritual, a menudo llamado también cuerpo causal, es el que más frecuencia de vibración posee de todos los cuerpos energéticos.

En personas que aún son demasiado inconscientes en el plano espiritual se extiende conjuntamente con su aura sólo un metro aproximadamente alrededor del cuerpo físico.
Por el contrario, el cuerpo y el aura espirituales de personas totalmente despiertas pueden irradiar hasta varios kilómetros de distancia, por lo que la forma ovalada original se transforma en un círculo regular.

Si has tenido alguna vez la oportunidad de estar en presencia de un maestro iluminado, tal vez habrás observado que la atmósfera cambiaba repentinamente cuando te alejabas algunos kilómetros de él.

La experiencia de la luz, de la plenitud y del amor que puede llenar en la proximidad de un maestro pierde su intensidad tan pronto como sales del área de su aura.

El cuerpo espiritual y su Aura irradian en los colores más suaves, que al mismo tiempo poseen una fuerza de iluminación indescriptiblemente profunda.

Del plano espiritual del ser fluye incansablemente la máxima y más radiante energía hacia el cuerpo espiritual. A medida que esta energía va transformándose en frecuencias menores, inunda también el cuerpo mental, el cuerpo emocional y el cuerpo eteno-rico.
Aumenta las vibraciones de estos cuerpos, por lo que en su ámbito de acción correspondiente pueden encontrar su máxima forma de expresión.
Hasta qué punto podemos percibir conscientemente, absorber y aprovechar esta energía depende del desarrollo de los Chakras.

A través del cuerpo espiritual experimentamos la unidad interior con toda la vida.
Nos une con el ser puro y divino, con la razón original omnipresente de la que han surgido y continúan
surgiendo todas las manifestaciones en la creación.
Desde este plano tenemos un acceso interior a todo lo que existe en la creación.

El cuerpo espiritual es esa parte divina que hay en nosotros que es inmortal y que perdura toda la evolución, mientras los otros cuerpos no materiales se disuelven progresivamente a medida que el hombre va desarrollándose a través de los niveles de conciencia que exige una existencia en el plano terrenal, en el plano astral y en el plano mental.

Sólo a través del cuerpo espiritual es posible conocer la fuente y el destino de nuestra existencia y comprender el auténtico sentido de nuestra vida.

Cuando nos abrimos a sus vibraciones nuestra vida cobra una calidad completamente nueva.
En todas nuestras acciones somos llevados por nuestro yo superior, y nuestra vida manifiesta la sabiduría, la
fuerza, la bendición y el amor universal, que representan las cualidades naturales del aspecto supremo de nuestro yo.
 




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